viernes, 26 de junio de 2009

SACO CHISPAS Y SE PASARON DE VUELTAS...

Con respeto, elegancia y sin protocolos ayer (jueves 25 de junio) hubo un interesante intercambio de palabras, al decir criollamente, se sacaron al fresco, las periodistas Cecilia Valenzuela, ex directora de la "Ventana Indiscreta", y Patricia del Río de Radio Programas del Perú, acerca de qué sí hay o no una escalada de grupos radicales y partidos de extrema izquierda aliados países vecinos para atraerse abajo la democracia en nuestro país.
Causó sorpresa que Patricia del Rio, no se si llamarla filo izquierdista o caviar o periodista independiente que no tuvo argumentos de peso para justificar sus diarias defensa a los anti sistemas con preguntas que son realmente dignas de calificarla de "tonta útil", ante las posiciones contrarias a la vida democrática que tanto costo recuperarla a los peruanos.
En ese candente diálogo hubo un solo ejemplo que merece la mayor atención, Cecilia Valenzuela dijo "cómo es posible que se mantenga en peligro la toma del Oleodúcto que abastece de combustible al país? Qué queríamos que se desabasteca Lima? Provocar que la paralización alcance nacional?
Entonces, nos preguntamos ¿Eso busca Patricia del Río? ¿Augusto Alvarez Rodrích? ¿Laura Puertas de Cuarto Poder? ¿Rosa María Palacios de Prensa Libre? ¿Martha Rodríguez de Primera Edición?, con esa posturas.
Tenemos que distinguir el enorme poder de la prensa a través de los principales medios de comunicación cuando emiten opiniones, comentarios y dan cabida a las posiciones extremas que más tarde o más temprano atentarán contra la libertad de expresión y la libertad en nuestro país.
Por eso, apelamos a la reflexión, serenidad y equilibrio en su rol de periodistas, tan delicada en momentos que el Perú lo requiere. No un partido o un gobierno, sino el Perú, la democracia y la libertad.
Su misión de cuestionar y fiscalizar al gobierno es necesaria porque nadie quiere un "chi che seño"; pero tampoco se puede aceptar que por su odio y la rabia al APRA, socaven la democracia.
Además me preguntó: Quién ha dicho que la señora Patricia del Rio es la voz del pueblo? Quien le ha otorgado el título de ser la vocera de todos los peruanos? Qué ha hecho la señora Patricia del Rio para acreerse el cuento que ella misma es?
Esa actitud nos hace acordar al periodista Enrique Vidal, vinculado al gobierno de Fujimori, quien tuvo un espectacular incidente con el ex Presidente del Tribunal Constitucional, doctor Javier Alva Orlandini, cuando le increpó que desde cuando él (Vidal) era dueño de la verdad y el representante del pueblo; quién le había otorgado ese título? A lo que Videl solo se limitó a guardar silencio y cambiar de tema.
En ese sentido, debemos tener en cuenta el enorme poder que adquiere un periodista cuando utiliza el micrófono de un medio tan poderoso como Radio Programas del Perú y lo usa para infiltrar y encaletar las posiciones anti sistema y anti democráticas. Eso de ninguna manera se puede permitir ni mucho menos aceptar ni justificar. Allá aquellos que se sienten "tontos útiles".
Y para que no crea que alguien tiene algo contra la señora Patricia del Rio les dejo con la columna que publicado, en la fecha, en el diario que sumados sus números es TRES:

Grupo Complot

Autor: Patricia del Río

De un tiempo a esta parte me ocurre algo extraño: de todas las críticas que recibo por mi trabajo, me sorprende la de cierto sector de la prensa que nos pide a determinados periodistas que no hagamos nuestra chamba.


Amparados en argumentos como que no queremos la democracia en el país, o que no estamos capacitados para opinar porque no hacemos periodismo de investigación desde nuestra adolescencia, nos acusan, a través de sus blogs o de las páginas de sus periódicos, de no querer ver la amenaza que acecha a nuestro país producto de una conspiración internacional que busca instaurar un gobierno radical, al estilo de Hugo Chávez o de Evo Morales.


Lo curioso es que tanto a mí como a aquellos colegas que suelen tener una visión crítica de lo que hace este gobierno nos atosigan porque preguntamos lo que hay que preguntar, porque cuestionamos la versión oficial de los hechos, porque le exigimos al Gobierno que les preste atención a aquellos problemas sociales que, por culpa de la indiferencia y la desatención, terminan estallando en actos violentos y en tomas de carreteras.


Como no creemos que a patadas y metiendo bala se van a resolver problemas complejos que tienen su origen en una pésima gestión del Estado y en un desprecio por ciertos peruanos que hasta ahora se encuentran al margen del desarrollo, resulta que somos enemigos del Perú y unos paparulos que les hacemos el juego a los grupos radicales.


Tal vez habría que recordarles a aquellos que viven un romance con este gobierno, y que creen que su trabajo es ser relacionistas públicos del poder, que si no hay una lectura correcta del problema, como lo que está pasando en este momento con grupos radicalizados como los de Canchis y Andahuaylas, vamos a tener un radicalismo generalizado que probablemente nos estalle en la cara a todos en el 2011.


Y discúlpenme si no me como el rollo de que todo esto es producto de un complot internacional.


Por supuesto que hay grupos de izquierda conversando con Venezuela y Bolivia a los que les encantaría tener a un Chávez por presidente. Y claro que hay dirigentes sindicales que se relacionan con las FARC. Por supuesto que todo eso existe. La pregunta es qué está haciendo el Gobierno al respecto.


¿Por qué si su mandato era crear las condiciones para un desarrollo más inclusivo, se ha permitido que los radicales del 2006 sean ahora más peligrosos que antes? ¿Por qué ha preparado tan bien el caldo de cultivo para que los que quieren que el Perú sea un desmadre tengan tanta acogida en cada protesta social?


¿Por qué si el complot internacional es tan grave y es la causa de todos nuestros males, el Gobierno no toma ninguna medida específica al respecto y ni siquiera señala responsables claros?Mientras estas preguntas continúen sin respuestas claras, aquellos que creemos que el peor enemigo está en casa en forma de pobreza y exclusión seguiremos cuestionando y preguntando.


Aunque nos lluevan insultos, como probablemente me ocurra después de publicar esta columna.

NI INSULTOS NI NADA, SOLO REFLEXION SOBRE SU COMPORTAMIENTO PROFESIONAL.

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