martes, 23 de junio de 2009

CARLOS RIVERA NI PERSECUCION SINO PURO SHOW

Hace unos días, los peruanos amanecimos con una noticia que levantó polvo: La detención del abogado de IDEELE, Carlos Rivera, quien, con sus amigos (Gustavo Gorriti, Augusto Alvarez Rodrich, Fernando Rospigliosi), salieron a declarar que "su detención era sospechosa y que detrás de ella está la mano del APRA y el gobierno".
La noticia captó las primeras planas de los diarios y noticieros de televisión y luego de su liberación luego de aclaradas las cosas, don Carlos Rivera volvió insistir que su "extraña" detención fue producto de una conjura del aprismo y su gobierno; y no dijo que su detención su porque participó en la inscripción del partido de la señora Susana Villarán y que la acusación nació de su amigo Fernando Tuesta Soldevilla.
Nunca ha hecho la aclaración, pero si dejo bien embarrado al gobierno de un hecho que no tenía arte ni parte y, cosa rara, el Presidente de la Corte Suprema, Javier Villa Stein, ni el Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, Vega Vega, salieron a declarar que era un asunto eminentemente judicial.
Así, mi queridos amigos, se construye un mundo de mentiras y falsedades que debemos rechazar. Y hace bien el portal de agenciaperú de brindar una información serena y equilibrada que se las ofrezco:

LA DETENCIÓN DE CARLOS RIVERA, LA CARA DEL IDEELE


Ayer por la mañana la policía detuvo en el aeropuerto Jorge Chávez al abogado del IDEELE, Carlos Rivera Paz. Rivera llegaba de Washington y al tratar de ingresar al país, se encontró repentinamente esposado. La razón se remonta a una declaración de reo ausente que pesa sobre él por no haber asistido a un proceso judicial abierto en su contra ante una denuncia hecha por el procurador de la ONPE en el 2005.

Los hechos se remontan al 2004, cuando en su condición de personero del partido político Por la Democracia Social Compromiso Perú, cuya líderesa es Susana Villarán, Carlos Rivera presentó ante la ONPE -según el procurador público de ese organismo electoral, Eduardo Irribárren- planillones donde habían firmas falsas. El caso fue denunciado ante el Ministerio Público en el 2005. En esos días la ONPE, de acuerdo al Reglamento de Verificación de Firmas de la Oficina Electoral, denunció a los personeros de ese partido, Gustavo Guerra García Picasso, Fernando Gamabriel Távara Castillo y Carlos Rivera Paz por delito contra la fe pública.

El proceso fue abierto el 6 de marzo de 2008 y según el Juzgado, Rivera nunca se presentó. Un año después, el pasado 28 de mayo, la fiscalía insistió en su denuncia y solicitó para Carlos Rivera Paz y otros una pena de cuatro años sin libertad.

Su condición penal, de acuerdo a los primeros datos que han trascendido, es de comparecencia restringida la misma que fue emitida por el 40 juzgado penal de Lima, a cargo del juez Julio César Díaz Paz. Ayer domingo, cuando la policía que actúa junto al personal de migraciones revisó su nombre en la computadora, Carlos Rivera fue detenido y trasladado a la carceleta del Poder Judicial.

¡Enhorabuena! el abogado ya se encuentra en libertad, pero pasó una noche oscura. Rivera no está conforme con lo sucedido ni con la actuación de la fiscalía y el 40 Juzgado penal de Lima. Esta mañana en conferencia de prensa dijo que su detención había sido irregular porque no lo habían citado a su dirección actual. Que además no hay pruebas de lo que se le acusa y repitió en dos oportunidades que le parecía mucha coincidencia que el día que tenía que presentarse a los juzgados donde se ven dos casos de violaciones contra los DD.HH. durante el primer gobierno de Alan García, ese día, él tuviera que estarse defendiendo de una denuncia y reponiendo de la noche pasada en la carceleta.

Sin embargo, el procurador de la ONPE que denunció a Rivera, Eduardo Irribarren, llegó a trabajar a este organismo con Fernando Tuesta Soldevilla, una personalidad a la que no se le puede acusar de aprista. A la salida de Tuesta de la ONPE, varios funcionarios de su confianza se quedaron en sus cargos, uno de ellos fue Eduardo Irribarren, por quien -por cierto- hemos preguntado y nadie que lo conozca le conoce pasado aprista. La denuncia no habría sido entonces inducida por el partido de Alan García a quien Rivera se enfrenta frecuentemente. Todo indica que no acudió a los llamados del Juez y que de allí salió la orden de comparecencia restringida y la respectiva orden de detención.

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