domingo, 7 de junio de 2009

DESCOLOCADOS: MASACRE EN BAGUA...

Los ojos del mundo miran al Perú: Las imágenes de la masacre a 23 efectivos de la Policía Nacional del Peru han despertado la zozobra, el temor y el miedo del pasado reciente que asoló a nuestro país con el demencial accionar de Sendero Luminoso.
No hay, no existe justificación para ninguno de los bandos: Ni para los nativos, ni para la prensa nacional, de manera especial de la oposición, ni para los representantes del Ejecutivo ni tampoco para los políticos, mucho menos para los presidentes regionales y alcaldes, ni para los empresarios, salvo honrosas excepciones que alertaron a tiempo lo que se viene encubando en diversos puntos del Perú, sobre todo en las zonas más pobres.
Todos se convertieron en avestruz, escondieron la cabeza para no rechazar, con toda energía y fuerza, la canallada que estaban haciendo los cómplices de Ollanta Humala contra el Perú; lo que venía alentando Alberto Pizango y sus seudos dirigentes nativos, las ONGS que decían "hay que mirar a los nativos" y aquellos que se llaman "periodistas" que utilizan a las empresas periodísticas para vomitar su odio, su rencor, su rabia y su cólera contra todo aquello que impulsa aprovechar el impulso económico, con responsabilidad, de nuestro país.
Todos aquellos enemigos del Perú, disfrazados de nacionalistas, quedaron en evidencia al conocerse el lamentable número de policías masacrados, ellos - los nacionalistas y los seudos dirigentes nativos- esperaban noticias de la masacre de nativos que nunca ocurrió; ellos esperaban con júbilo que se destruyan comunidades nativas, que tampoco sucedió.
Es decir quedaron desubicados y descolocados ante la matanza de los 23 policías que puso al descubierto su perverso accionar. Hoy todos los peruanos estamos notificados de los reales e inconfesables propósitos que tienen Isaac Mekler, Daniel Abugattás, Freddy Otárola, Werner Cabrera, Islas y todos los congresistas humalistas que fueron son el "Caballo de Troya" contra la democracia y el Perú.
Todos ellos se presentaron en televisión, radio y medios impresos para alentar la subversión, la violencia y, sin lugar a dudas, los "tontos útiles" de los periodistas sirvieron como caja de resonancia a su campaña destructora y criminal.
¿Seguirán en Congreso? ¿Solo basta una investigación hacía ellos? ¿ Cómo quedan los humlistas que acompañaron Pizango en su fuga?
Ahora los peruanos tenemos que tener bien claro: HAY EN EL PERU UNA SECTA PERVERSA RECORRE PUEBLOS Y COMUNIDADES que envenena el pensamiento de los más pobres.
No podemos caer en la política del avestruz, tenemos que hacerle frente con las leyes que nos da la democracia y el Estado de Derecho y, al mismo tiempo, tenemos que llamar la atención a los periodistas que fueron utilizados para convertirse también en voceros de la violencia y el crimen. Los periodistas le dieron cámara, en vivo y en directo, portadas periodísticas y titulares en las emisoras radiales más importantes pretendiendo convertirlos en "los luchadores sociales o los defensores de los pobres nativos" a esos falsos nacionalistas.
Hoy sabemos que los humalistas qué buscaban con Alberto Pizango.
Ante el asesinato de los policías, los periodistas quieren buscar la sinrazón para echarle la culpa al gobierno, al APRA, al Presidente y no quieren hacerse una autocritica por esa "función convertida en difusores de la muerte".
Y el papel de los políticos que pretendieron ganarse a rio revuelto como Alejandro Toledo, Lourdes Flores Nano - ésta fue corregida por Javier Bedoya de Vivanco - que pretendieron aprovecharse los hechos sangrientos para buscar las primeras planas.¿Qué hacemos con ellos?
Si bien es cierto que Yehude Simon, primer ministro, y Mercedes Cabanillas, ministra del interior, estaban buscando una salidad al conflicto también es cierto que la situación los desbordo y los descolocaron. Los graves hechos demostraron que no estaban a la altura de los acontecimientos.
A su vez, los congresistas apristas, Unidad Nacional, fujimoristas y otros no tuvieron muñeca política para arrinconar a los humalistas, quienes solo quieren derrocar al gobierno y traerse a bajo a la democracia.
Ni hablar de los presidentes regionales ni de los alcaldes quienes no se escondieron sino que no existieron en el conflicto, reafirmando que no tienen autoridad en sus respectivas jurisdicciones.
Hoy debemos recordar la asonada del "Moqueguazo", cuando tomaron prisioneros a un general de la policía y a un grupo de efectivos, en la que se DENUNCIO LA MANIPULACION DE EXTREMISTAS y nadie dio crédito a esas revelaciones que formuló Cecilia Valenzuela en su ex programa "La Ventana Indiscreta". Nadie hizo nada, por el contrario la atacaron y no tomaron en cuenta esa valiosa información para evitar tragedias que hoy nos toca lamentar.
Que esta penosa experiencia sirva para cerrar filas con el Estado y el Gobierno y asuma una defensa firme, con autoridad y al amparo de las leyes de la Democria que hoy rige a lo largo y ancho de nuestro Perú.

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