domingo, 7 de diciembre de 2008

Más palo al fujimorista Carlos Raffo

El desconcierto y la incertidumbre ataca a la Comisión del "Petrogate", que preside el ollantista Daniel Abugattas, al ser cuestionada seriamente por los periodistas más influyentes del Perú. Hoy el sub director del diario La República, Carlos Castro, a quien nadie lo puede ligar con el aprismo, ha hecho un severo cuestionamiento a la participación del fujimorista Carlos Raffo como integrante de la comisiòn en referencia.

Los propìos errores de comisión los están conduciendo al despeñadero, sin haber logrado ni siquiera haber hallado un indicio de delito en este sonado caso. Les dejo con la opinión de Carlos Castro.

Comisión devaluada
Por Carlos Castro
Subdirector

La Comisión Abugattás nació muerta en el momento en que Carlos Raffo fue designado como uno de sus miembros. ¿Qué aporte de lucha anticorrupción puede hacer el vocero de un régimen que hizo de la corrupción un estilo de gobierno y en el que millones de dólares, robados al Estado, fueron a las cuentas y a los bolsillos de los protegidos de Fujimori? Hasta ahora Raffo lo único que ha hecho es pasearse por los medios para ganar cámaras y desplazarse al penal San Jorge, en donde se reunió a solas con el procesado Rómulo León.

Pero Raffo parece tener una estrella que lo alumbra. A mitad de semana, la Junta de Portavoces no aceptó poner a debate la moción del Apra que pide que lo separen de la comisión de petroaudios por su visita al penal. Aurelio Pastor, promotor de la iniciativa, ha dicho desde San Martín que el pedido se mantiene. Lo cierto, sin embargo, es que un sector aprista decidió no hacer de esta solicitud una cuestión de estado y dejó sin piso a su compañero.

¿Por qué parte de la bancada del Apra no acompaña a Pastor en su pedido? Hay diferentes lecturas, algunas provienen del interior del partido. Una de ellas es que, ante la falta de respaldo de otras bancadas, el aprismo ha decidido apelar al Art. 20, inciso D, del reglamento del Congreso, según el cual un legislador no puede formar parte de una comisión fiscalizadora o investigadora si está comprendido en procesos penales.

Raffo tiene dos procesos abiertos. El primero por haber recibido de manos de Vladimiro Montesinos –según la acusación del fiscal Martín Retamozo de la 4ta. Sala Anticorrupción– 150 mil dólares para la campaña de la reelección de Alberto Fujimori. La autoridad lo denuncia por el delito de peculado y ha pedido que se le imponga cinco años de prisión.


El segundo caso lo lleva en la 2da. Sala Penal de Reos Libres. La fiscalía lo acusa del delito contra la seguridad, por difundir videos de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, en relación con el conflicto del Alto Cenepa que nuestro país sostuvo con Ecuador.

El fiscal Retamozo ha presentado en su acusación testimonios de Matilde Pinchi Pinchi y de María Teresa Arce en los que confirman la entrega del dinero. Ambos procesos están ya en manos del Poder Judicial que debe fijar día y hora para el inicio de la audiencia. Hasta ahora, extrañamente, no ha sido elegida la fecha.

¿Cómo se mantiene Raffo en la comisión? ¿Cómo puede convertirse en fiscalizador alguien que está bajo proceso en el Ministerio Público por el delito de corrupción? ¡Justo lo que investiga! ¿Cómo el presidente de la comisión, el congresista, Daniel Abugattás, puede decir, suelto de huesos, que no pasa nada con la visita de Raffo al principal testigo de la red de corrupción de los petroaudios? No haber adoptado en su momento la separación de Raffo ha convertido a la comisión de los petroaudios en un circo. Peor aún, se han quedado sin testigo: León, que aprovechó las cámaras –en eso compite con Raffo– de su primer interrogatorio simplemente ha optado por el silencio. Ya no le importa: ha dicho en cámaras lo que quería que escucharan sus ex compañeros de partido y sus antiguos patrones, Fortunato Canaán y Discover Petroleum.

Lo dicho hasta aquí no significa que los miembros del Apra–entre ellos el ex premier Jorge del Castillo– y los funcionarios y ex funcionartios públicos no sean investigados por el caso de los petroaudios. Nada de ello. Es más, el presidente Alan García debe prestar testimonio. Ahora está claro –por las afirmaciones de León– que el primer mandatario sabía que su ex ministro tenía una agenda propia en obras públicas. Pero la exigencia de una investigación transparente, en beneficio de los propios involucrados, no justifica soportar a un sujeto como Raffo, que alardea cada día, sin el mayor empacho, de transparencia y lucha anticorrupción. Hasta el próximo domingo.

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