REELECCION DE ALAN GARCIA PEREZ?

Si esa es la pregunta que flota en el ambiente político: ¿ Habrá reelección de Alan García Pérez para el período 2011 - 2016?

En primera instancia, constitucionalmente hoy es imposible y todos sabemos la convicción y trayectoria democrática del actual presidente; en segundo, lugar es cierto que Alan García Pérez viene ejecutando un gobierno - con todos sus problemas, fallas, errores y obstáculos - realmente aceptable. Ahí tienen los últimos sondeos de opinión que le atribuye un aceptación que supera el 30%.

Además, la población expresa un sentimiento de serenidad ante la grave crisis económica internacional que hoy afecta a las grandes potencias mundiales y todos los especialistas sostienen que solo tres países crecerán en el 2009: China, India y Perú.

A todo eso hay que agregar el real cambio de Alan García del 2006 versus al Alan García Pérez de 1985-1990. Todos, tirios y troyanos, se han quedado no solo con la boca abierta sino como se dice criollamente con el pantalón abajo, con esta transformación del actual Jefe de Estado.

El gran tema: accederá Alan a la tentación de la reelección? Hasta hoy se avizorá que culminará su gobierno en olor a multitud. Lo arriesgará todo?

Es una prueba muy díficil, pero a la vez muy sencilla: Alan sabe bien que en el Perú la vocación reeleccionista despierta feroces sentimientos y emociones que podrían la enorme labor que cumple con eficiencia y eficacia.

Por ser de interés público les adjunto el comentario dominical de Mirko Lauer que habla precisamente de las proyecciones del APRA y Alan para el 2011 y la entrevista que le hicieran al congresista aprista José Vargas acerca de la reelección presidencial.

El candidato ideal

Por Mirko Lauer

¿Qué quieren Alan García y el Apra de aquí al 2011?
En lo esencial tranquilidad política para los próximos dos años, y en el 2011 votos suficientes para mantener o incrementar su actual presencia en el Congreso. En otras palabras, desean un escenario en que el desgaste de los años finales no se acelere, y si es posible se revierta.

La parte de la tranquilidad tiene dos partes. Los candidatos y agrupaciones del centro a la derecha no van a hacerle problemas a un gobierno que funcionará como el gran elector del 2011. Bien miradas, las cifras de García y del gobierno son más interesantes que las de cualquier candidato. Si hubiera reelección, García sería el puntero.

La segunda parte es más complicada. La protesta popular es menos predecible que la cábala de los partidos. Ahora estamos en un periodo de calma, pero eso puede cambiar de la noche a la mañana. Hay regiones que se pueden irritar, SL puede escalar las acciones, la anticorrupción puede aplicar un nuevo mordisco a alguna parte de la imagen de gobierno.

Lo de los votos suficientes está en cierto modo vinculado al clima de tranquilidad/aprobación, pero también a la estrategia del propio gobierno. Existe para García tal cosa como el candidato ideal: no amenaza entrar a la segunda vuelta, pero a la vez ayuda en el acopio de más de 25% de votos parlamentarios. Un éxito en términos del Apra.

El sentido común dice que en el Apra lo anterior solo se logra con explícito apoyo de García. Pero la química del aprismo es impredecible. En 1990 Luis Alva Castro estuvo a punto de ser el rival de Mario Vargas Llosa, y en ese caso probablemente de ganar, sin demasiado apoyo del N°1. No era, pues, el candidato ideal sino más bien una molestia.

Visto desde fuera, hoy el Apra tiene más de una figura que podría cumplir la tarea del 2011 sin amenazar la candidatura de García en el 2016. Es decir una candidatura de primera vuelta. La designación dependerá de si tendremos sobre todo una elección entre mujeres, una elección entre ideas-fuerza, o una elección con ribetes étnicos.

Esta visión da por sentado que el Apra irá con un candidato propio y un perfil partidario nítido.

Negociará sus votos (y su futuro inmediato) recién al filo de la segunda vuelta. En cambio la elección regional-municipal puede ser para el Apra un escenario de alianzas variables de localidad en localidad, incluso como la que imagina Yehude Simon.

Para el periodo que se abre con el 2011 el aprismo y García van a necesitar mantenerse en la oposición, pero con algunas responsabilidades regionales o municipales que los mantengan como actores administrativos. Esto último se ha vuelto importante en la política peruana, donde un discurso sin ejecución práctica es cada vez peor considerado.

Reelección presidencial puede conseguirse vía referéndum

Por María Teresa García del diario Expreso

El presidente de la Comisión de Constitución, José Vargas, dijo que sería justa una reelección presidencial debido al buen gobierno que está efectuando Alan García y agregó que es una posibilidad que se podría evaluar en su momento, sin embargo ello sería posible a través de un referéndum porque el pueblo tendría que decidir.

–¿Han pensado en un proyecto de ley para buscar la reelección presidencial?

Sería justo… claro que la Constitución se puede reformar. La Constitución del 93 establece el mecanismo para su reforma parcial o total. El tema de la reelección bien puede discutirse en su momento.

–¿Es una posibilidad?

Es una posibilidad democrática, lo ha hecho (Alvaro) Uribe en Colombia y otros presidentes de otros países. No es inconstitucional, existe reelección en Estados Unidos y nadie puede negar la cualidad democrática de ese país.

–Es decir que hay argumentos legales para hablar de la reelección presidencial…

Sí, creo que es un tema que bien vale la pena evaluar y además si un gobierno hace bien las cosas podría buscar la posibilidad de continuar esa tarea. Finalmente, todo está en manos del pueblo y yo sí diría que si vamos a hacer una reforma en el sentido de aprobar la reelección tendría que ser por la vía del referéndum para que sea el pueblo el que decida.

–¿Por qué es importante que un candidato presidencial pueda ser cabeza de lista parlamentaria?

Es importante porque fortalece el sistema político. Si uno elige el Parlamento en segunda vuelta, esa elección se efectuará cuando sólo hay dos candidatos a la Presidencia lo que va a generar que salgan elegidos cuatro o cinco grupos para el Congreso, no como sucede hoy día que hay trece grupos políticos representados que impiden los consensos y acuerdos.

–¿Qué significa eso?

Cuando hay un Parlamento que no logra consenso tiene un Congreso deslegitimado. La idea es buscar grupos sólidos y fuertes, además se acaba con el “voto ciego”. Hoy, por lo general, los que votan por una lista votan por el presidente y por la lista y no verifican quiénes la integran. En cambio, en la segunda vuelta, el peso de la lista será mucho más importante en la opinión pública.

–¿Qué sucede si un candidato resulta elegido en la primera vuelta?

Tres semanas después de la elección presidencial se efectúa la votación para el Parlamento.–¿No sería oneroso?Difícil que sea oneroso porque es muy poco probable que un candidato logre más del cincuenta por ciento de la votación, pero en ese supuesto hay que pensar cuánto le cuesta a la democracia y al sistema político tener un Parlamento dividido “en pedacitos”.

–¿En qué beneficiaría ello al país?

Fortalece también a los grupos políticos. Si tú tienes en el Parlamento al líder del partido, la cohesión orgánica de ese partido será mucho más fuerte, eso es lo que ha pasado con (Ollanta) Humala por ejemplo, que ingresaron 45 y ahora hay 20 o 17, es decir nadie sabe cuántos son en realidad, creo que ni ellos mismos lo saben. Es decir cohesiona la organización.

–¿Se mejoraría el nivel del Congreso?

Se tiene a los líderes políticos en la tribuna política, discutiendo abiertamente sus ideas y no haciendo de francotiradores o tomando poses antisistemas. También mejoraría el nivel del Congreso porque se podría tener, por ejemplo, a Lourdes Flores o al mismo Ollanta Humala, se podría fortalecer el nivel del debate y el consenso pues sería más fácil llegar a un acuerdo estando allí los líderes políticos.

Así mi estimados amigos es la actualidad hoy: Las posibilidades, alcances y alternativas del APRA, que es gobierno, ante las próximas elecciones del 2011. Esperemos que el Presidente reafirme su compromiso con la democracia, con la alternancia del poder y el respeto irrestricto a la Carta Magna del Perú.

Así realmente pasará a la historia, como el Presidente de la República que supo superar con creces su propia historia personal.