jueves, 28 de mayo de 2009

Líos del APRA llega a CARETAS


Los lìos de los apristas, a raíz de las elecciones internas, ha merecido un interesante análisis de bien informada revista "Caretas", que deja una señal muy preocupante al dejar entrever que los llamados "cuarentones" son partidarios del ex Ministro del Interior, Agustín Mantilla, el mismo que recibió 30 mil dólares de manos de Vladimiro Montesinos.
Preocupantes porque si ellos están hablando de cambios generacionales tienen una relación visible con Mantilla...Acaso con ellos el lema será ¿Mantilla, Vuelve?
Esperemos que no se así. Entretanto, demos una mirada crítica al informe de Caretas:



Disparos Fraternos

Agustín y Jorge Luis Mantilla asistieron a la feria militar del Pentagonito el viernes 22. “Qué buenas son estas cosas”, exclamó el ex ministro, conocido aficionado al material militar."Bienvenido, don Armando Villanueva”.


El hombre saludó equivocadamente a Agustín Mantilla, pero el ex ministro parecía de tan buen humor que le respondió con una sonrisa. Mantilla escogió la feria internacional de armas instalada en el Pentagonito para reaparecer con su inseparable hermano Jorge Luis y la estrella aprista prendida en la solapa. Era el viernes 22 y restaban apenas dos días para la elección de secretarías regionales y distritales del partido oficialista.


Según a quién se le pregunte, Mantilla es el poder detrás del trono con una porción de la torta o un fantasma del folclor de Alfonso Ugarte que de tanto en tanto levanta la cabeza para rechazar el ostracismo al que se condenó luego de pasar una temporada en la cárcel por recibir dinero en un vladivideo.


Similarmente, la recepción de esa plata pudo ser un sacrificio que ayudó a mantener vivo al partido en tiempos difíciles o responder a mera codicia personal.


Expulsado del partido, no pudo votar el domingo en Pueblo Libre, su base de siempre. Allí ganó el candidato único Manuel Arana. Es el hermano de Carlos, actual presidente de Foncodes que ha reconocido haber sido cercano a Mantilla, como tantos otros que trabajaron con el otrora ministro del Interior.


El factor Mantilla suele ser enrostrado al grupo de los “cuarentones” que integra Carlos Arana y que representa una de las facciones más significativas en la contienda interna con miras a la elección de un nuevo secretario general.


Pero tanto Arana como el líder visible del grupo, el presidente de Cofopri Omar Quezada, rechazan de plano la vinculación. “No tiene ninguna influencia”, responde el también ex presidente regional de Ayacucho. “No es un factor importante y lo utilizan pensando que nos van a afectar”.


Sentados en círculo en el local partidario de Miraflores, los “cuarentones” cuentan su historia. Son un puñado de líderes que provienen de extracciones distintas. Acompañaron “operativamente”, como lo describe Víctor López Orihuela, a la actual cúpula reconocida en los medios. Pero no eran un grupo orgánico.


Carlos Arana reconoce que “el presidente García junta a este grupo. Junta a los soportes de esos líderes. Quien tiene la relación, ese cordón umbilical con las bases, somos nosotros”.
Javier Morán, hasta hace poco muy cercano a Jorge del Castillo, sostiene que “desde el ’88 hasta la fecha todos ellos tuvieron la conducción parlamentaria del partido. Ahora tenemos la necesidad de un recambio”. Quezada añade que “cuando se ha parlamentarizado la dirección del PAP es cuando se perdió la relación con las bases”.


Ahora los “cuarentones” claman haber ganado en una mayoría de distritos de Lima y de las regiones.


En la otra orilla está el ex premier Jorge del Castillo, decidido a recuperar las riendas del partido.


El parlamentario también canta victoria en ocho de los catorce distritos de Lima que no pasarán a segunda vuelta. Lo extraordinario que los cuarentones también reclaman su influencia en cinco de estos: Ancón, Independencia, Lince, Surquillo y San Borja.


Con las regiones sucede algo similar. Los dos grupos aseguran contar con la hegemonía en Arequipa, Ica, Madre de Dios y Puno Norte. De otro lado, la situación para el actual secretario general, Mauricio Mulder, parecía quedarse en la soledad de Lima-provincias, su aparente única victoria.


Es obvio que un proceso que responde a dinámicas locales de poder deja más puntos suspensivos –y factores de negociación– que se irán despejando en las próximas semanas. Para Rafael Torrau, ganador por buen trecho en Jesús María, se intenta polarizar las elecciones entre ambos grupos. “Eso no es así. Soy independiente. No tengo ningún compromiso ni con Del Castillo, ni con Quezada”, dijo a CARETAS.


Le atribuye la misma actitud a Néstor Valqui, de un distrito como Lince, mentado por las dos corrientes. Otros candidatos minoritarios a la secretaría general, como Luis Alberto Salgado, podrían tener un filón en ese aproximado 15% de independientes.


El parlamentario andino Wilbert Bendezú declara en un tenor similar que “quienes se creen ganadores en las recientes elecciones internas, pueden llevarse grandes sorpresas, y pretender patentar el triunfo de muchísimos dirigentes apristas y proclamarlos como suyos no es sino estar lejos de la verdad”.


Como fuera, la norma es la segunda vuelta. Las últimas informaciones arrojan que 20 distritos de Lima y 14 regiones volverán a las urnas internas el próximo 28 de junio.


En los próximos meses también se discutirá la propuesta de “un aprista, un voto” impulsada por los simpatizantes de Del Castillo. Las reiteradas denuncias ocurridas durante el proceso del domingo, con candidatos tachados y cambios de local a última hora, no dejan bien parados a los tribunales electorales del partido.


El proceso para elegir delegados por distrito, que a su vez nombrarán al secretario general en el congreso partidario, será similar.


Del Castillo parece confiar en que el volumen de votantes de unos 400 mil apristas carnetizados podría catapultarlo a la secretaría general. El domingo votaron aproximadamente 100 mil. Quezada responde que los “cuarentones” están de acuerdo, pero “no para manejar el tema demagógicamente”.


Propone ceñirse a los estatutos y ponerlo al voto entre los delegados que participarán al congreso. Es decir, entraría en vigencia recién para elegir al siguiente secretario general.


Mientras tanto, las señales emitidas desde Palacio de Gobierno todavía tienen interferencias. Trascendió que el presidente Alan García le ha ofrecido a más de uno ser su candidato. Javier Velásquez Quesquén y Luis Alva Castro son dos nombres que suenan en la baraja. Lo más probable es que observe desde el balcón hasta que las tendencias le ayuden a decidir a quién extiende la mano.


Entonces, esperemos los resultados oficiales de los comicios del 24 de mayo para saber con exactitud cuál es el panorama interno del APRA

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