jueves, 12 de febrero de 2009

Otra del popular Vitocho

Nuestro otorongos, perdón, nuestros congresistas nos salen con cada cosa, tema y asunto todos días que a veces, solo, a veces se pasan.
El popular Vitocho, es decir el "Presidente" del alicaído Acción Popular, Víctor Andrés García Belaunde, denunció en un programa nocturno político que el hermano del Gerente General de la Región Callao, Fernando Gordillo, había sido expectorado del Congreso Nacional de la República acusado de chuponeador.
Bueno como lo dijo todo serio, en un programa serio y ante un serio problema sus palabras estaban cargadas de credibilidad. Nadie dudo y me fui a dormir pensando en la familia Gordillo, que ahora estaban en un gordillo problema.
Sinembargo - esta palabreja me encanta cuando se trata de aclarar con cachita algo - hoy en la muy leido columna "Cabos Sueltos" del área polìtica del diario "El Comercio", aparece una inocente aclaración bajo el sugerente título "Fábulas", que seguramente para muchos pasa desapercibida. Textualmente dice lo siguiente:
Aclaración pertinente: "Fue Fernando Gordillo Tordoya quien remitió una carta a este diario en la que textualmente dice: Las fábulas del congresista Víctor Andrés García Belaunde han terminado siendo más numerosas que las de Esopo, menos entretenidas, y por cierto peligrosas. Según Gordillo, su supuesto hermano es hijo de Víctor Gordillo Chiabra. "Como la señora madre del citado ex funcionario es una persona honorable que goza, con razón, de la estima y el aprecio de los vecinos de La Punta, me apresuro a desmentir que haya tenido un hijo fuera del matrimonio y que este sea hermano mío".
Así de sencillo y simple. Don Vitocho ha quedado en el más absoluto rídiculo y tengo la sensación que ese estado es el que le agrada, sino recordemos la famosa mañana que muy serio también, en plena sesión del congreso, adelanto la muerte del ex presidente Valentín Paniagua. Esa mañana se pasó porque pidió el famoso minuto de silencio, las palabras de rigor, resaltando la trayectoria política de don Valentín; hasta que alguien - no se sabe quien- le dijo al oído o por teléfono: "Vitocho, don Valentín aún sigue con nosotros". Lo demás es historia conocida.
Ese es nuestro otorongo, el popular Vitocho.

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