miércoles, 25 de febrero de 2009

Los encantos de Meche para Aldo y Paéz

En menos de 72 horas y luego de asumir la cartera del Interior, Mercedes Cabanillas, ha recibido, por decir lo menos, dos "elogios encantadores" de sendos periodistas de opinión como es Aldo Mariátegui, director "Correo"; y de Angel Paéz, considerado uno de los columnistas serios de la República, que ustedes podrán analizar.

Cabanillas: ver para creer

Si la juzgamos por sus antecedentes, Meche Cabanillas no ha sido una buena aprista, ni mucho menos una eficaz ministra. Lo primero porque anduvo alejada del APRA durante la mayor parte de la década de los 70, debido al apoyo que le prestó a la dictadura velasquista cuando era universitaria, incluso firmando comunicados en contra de las autoridades apristas de la Villarreal. Eso irritó muchísimo al mismo Haya, lo que motivó su ostracismo partidario, el cual acabó tras la muerte del Viejo y los buenos oficios del dirigente histórico Ramiro Prialé para reintegrarla a Alfonso Ugarte.Cabanillas por supuesto que niega esto (¿qué le queda? Le debe dar vergüenza y no tiene la honradez, como muchos políticos, intelectuales y periodistas de su generación, de admitir y pedir perdón por su colaboracionismo con esa dictadura) y saca para defenderse una foto hecha al día siguiente del golpe velasquista, donde encara a un policía con la Constitución, pero ese hecho fue anterior a todos sus posteriores devaneos universitarios velasquistas.Y como ministra de Educación durante el primer alanismo (la que más tiempo ocupó ese cargo, al cual accedió dos veces) fue un desastre, de las peores que pasaron por esa cartera, del nivel de los generales de la dictadura Carpio Becerra (que destrozó con la reforma educativa y varias medidas más –como prohibir y limitar a los directores y profesores extranjeros- la instrucción privada para igualarla a la pública en lugar de elevar a la segunda. Ni gusto tenía, porque impuso un uniforme único espantoso con su color rata e incomodísimo: la chompa no abrigaba, las medias se pegaban a la planta y los dedos de los pies, el pantalón arañaba, los zapatos se rompían al tercer recreo, los ponchos resultaron un fiasco y pobre de ti si sudabas con esa pegajosa camisa. Una mierda total que aguanté largos años. ¡Vívidos recuerdos infantiles! Debieron poner otros colores, pantalones tipo blue jean, calzado tipo zapatillas, sudaderas, polos, ropa más amigable para vestir y jugar y menos depresiva para los niños), Eléspuru (aquel que junto a su asesor Julio Corazao -finado religioso que como inútil director hizo puré del otrora excelente, excelso nivel académico de mi colegio Santa María- tuvo la brillante iniciativa de poner al 11 como nota aplazada para elevar la calidad educativa, creyendo que con eso arreglaba todo. Por supuesto que tuvo que retroceder de su peregrina iniciativa) y Guabloche (que fue hasta acusado de haber montado un bulín en sus oficinas ministeriales).Cabanillas contrató a 80 mil ignorantes como profesores estables sólo por partidismo, aparte de rendirse incondicionalmente al SUTEP en todo y llegar a otorgarles 300 conchudas y abusivas licencias sindicales, que recién se les ha quitado hace poco tiempo. Como cereza, puso a la entonces desconocida Laura Bozzo como jefa nada menos del Instituto Nacional de Cultura (sí, aunque usted no lo crea, ese perverso fenómeno contracultural de los 90 dirigió al máximo organismo encargado de la cultura peruana. ¡Plop!). Por eso no espero mucho de ella en el Interior. El que sea achorada y lisa no es garantía de nada. Apuesto a que se va a chupar con la CGTP y las algaradas de los rojos, los altos mandos policiales se la van a almorzar, se va a acomplejar con las ONG caviares como la figuretti Beatriz Merino (que ahora ya está metiendo sus narices en esta cartera), no va a tercerizar la salud, la farmacia, el mantenimiento de flota y los demás servicios para controlar la corrupción… Veamos si el refrán perro ladrador, poco mordedor se vuelve a cumplir.Aldo Mariátegui


La amiga de “Chito”
Por Ángel Páez


Con ridículo facilismo la prensa llamó “La dama de hierro” a Mercedes Cabanillas al ser designada ministra del Interior. Se supone que era un elogio a su carácter. Sin embargo, los medios olvidan que Cabanillas no solo ha reconocido que durante su gestión como presidenta del Congreso contrató a la compañía Business Track (BTR) para supuestamente detectar la interceptación de sus líneas telefónicas y el sembrado de micrófonos en su despacho. También aceptó que “Chito” le suministró información sobre “grupos antisistema”, es decir, sobre todas las formas de oposición al régimen, de acuerdo con la jerga de inteligencia.
Una de las líneas de trabajo de BTR era precisamente espiar a organizaciones no gubernamentales; dirigentes de comunidades enfrentadas con compañías mineras, petroleras y gasíferas; líderes de organizaciones de izquierda y movimientos radicales; y activistas de derechos fundamentales. Parte de ese material obtenido ilegalmente se lo entregó “Chito” a Cabanillas, según ella lo ha confesado. ¿No se preguntó “La dama de hierro” cómo un ex marino que laboró para la mafia de Montesinos tenía en su poder esa información? No, no se lo preguntó porque es su amigo. “Chito” debe recordar esos viejos buenos tiempos en su celda de Canto Grande, con una media sonrisa.

El comentario lo tienen ustedes...

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