ALVAREZ RODRICH: VERGUENZA AJENA....

Sorpresivamente se presentó ayer en Ampliación de Noticias de RPP, la congresista aprista e hija del principal protagonista del sonado caso "Petroaudios", Luciana León Romero, quien enrostro al conductos Augusto Alvarez Rodrich, su tremanda irresponsabilidad periodística cuando se desempeñaba como director del diario "Perú 21".

Solo debemos traer a la memoria las cinco primeras planas en el referido diario que afirmaba que ella era cómplice y de qué conocía las actividades de su padre con el empresario dominicano Fortunato Canaán, ante los ojos de la opinión pública Luciana León Romero sabía de los entuertos de Rómulo León Alegría.

Esas portadas fueron difundidas, de manera abusiva, por todos los noticieros de la televisión peruana, pero de manera especial por los de América Televisión (Primera Plana, Primera Edición y Cuarto Poder); además de la programación informativa de Canal "N".

A la luz de los sendos informes, tanto en mayoría como en minoría, no han hallado delito ni indicios ni presunción de nada de la congresista aprista. Es decir, nada de nada, simplemente nunca tuvo participación ni directa ni indirecta en tales acontecimientos que remecieron a la opinión pública desde la noche del cinco de octubre del año pasado.

Entonces, ayer cuando todos observamos la intervención de Luciana León pensamos que Alvarez Rodrích iba a tener la hildalgía de reconocer el exceso periodístico, aceptar como todo profesional el error, llevado por la pasión periodística, en vincular a la legisladora aprista.

No fue así. Lo que vimos fue a una Patricia del Río justificando los paginazos, bajo el argumento de que el periodismo su rol es dudar y sospechar en caso tan delicado, defendiendo así los atropellos que cometen los periodistas bajo el pretexto de la duda.

Claro, que Alvarez Rodrich no dijo nada absolutamente nada, como si con el no fuera. Sentí verguenza ajena en ese momento. Muy mal y que todos lo hemos apreciado.

En ese sentido les recomiendo que lean hoy la columna de Hugo Guerra publicada en el diario "El Comercio", para tener una idea de qué ha ocurrido con un grupo de periodistas que se sienten "dueños de la verdad", "los adalides de la lucha contra la corrupción", y eso - como todos nos hemos dado cuenta - no es así.