Una feroz guerra de guerrillas se ha desatado en el interior del partido político más organizado y poderoso del Perú: el APRA, provocado por las elecciones partidarias con miras a renovar sus cuadros dirigencias, presididos por Mauricio Mulder Bedoya.
Los ataques soterrados y abiertos en blogs y otros exhiben un enfrentamiento entre los considerados la generación de los cuarentones, cuyas cabezas visibles son Carlos Arana, Javier Barreda, Javier Morán, Omar Quezada, Víctor López Orihuela, todos ellos altos funcionarios del gobierno; y los llamados fieles seguidores del ex Secretario General, ex Primer Ministro y actual congresista, Jorge Del Castillo Gálvez.
En un partido democrático es normal el debate alturado, ideológico, doctrinario y fraterno, pero lo que ha decidido una de las partes - todo indicaría el grupo de los cuarentones - deja mucho que desear porque muestran públicamente diferencias por pequeñeces y ataques arteros que no tienen nada que ver con la contienda interna.
Y todo se habría desatado a raíz de la reciente encuesta de la universidad de Lima que le otorga el 38.8% de aceptación a la posible candidatura de Del Castillo y, que en el mismo sondeo, no figura no aparece Omar Quezada, jefe del COFOPRI, quien además goza del respaldo de poderosos padrinos.
La encuesta en mención fue hecha entre limeños y chalacos que no son apristas ni mucho menos simpatizantes. Esto le habrá dolido en el alma a Omar Quezada, quien creía que tenía el respaldo popular.
En todo caso, falta muy poco para el proceso electoral interno del partido de la estrella, cuyos comicios serían observados por la ONPE, Transparencia y se busca que las elecciones se realicen basado en el sistema: Un aprista, un voto.
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