martes, 31 de marzo de 2009

OPERACION ATARANTE

La cultura del atarante que sin exito aplican los archi y recontra enemigos del gobierno se exhibio en toda su dimension en la columna que publica los domingos el diario La Republica de Jorge Bruce, quien se cree el psicoanalista de todos los peruanos.
En el articulo dominical pone en blanco y negro a todos los que se creen grandes personajes que solo se dedican a atarantar al gobierno. Para que ustedes los identifiquen les adjunto la columna en mencion, donde Bruce le tira un gran floro.

Megalomanía, autoritarismo y colusión

Por Jorge Bruce

El mal menor continúa despojándose de sus velos púdicos, alborotándonos a los comentaristas.

Esta semana fueron las declaraciones del Presidente sobre su capacidad de impedir el triunfo electoral del candidato que él “no quiere”.

Diversos columnistas han analizado esta grotesca transgresión de las normas democráticas. Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer, Sinesio López y Alberto Adrianzén en este diario, Mario Ghibellini en Somos, Carlos Basombrío, Samuel Abad y Fernando Villarán en el blog Espacio Compartido (de seguro hay más) se han referido al soberbio alarde presidencial ante su audiencia extasiada de banqueros y grandes empresarios.

Varios han señalado el componente de personalidad implícito en esa flagrante exhibición de omnipotencia, preguntándose si era materia de análisis político o de psicoanálisis. Creo que lo es de ambos.

Basombrío observa que García exagera sus capacidades, lo cual es coherente con un despliegue insolente de grandiosidad narcisista. López comenta el fanatismo de converso del mandatario, para quien la palabra “sistema” hoy es sinónimo de liberalismo, de modo que antisistema viene a ser cualquiera que se oponga a dicho modelo.

García se autoproclama como campeón defensor del mismo, el cual encarna. Por lo tanto comulgar con el modelo implica engullir la hostia –consagrada por el cardenal– que representa el cuerpo considerable de nuestro Presidente: corpus Alan, Deo gratias.

Es decir, el liberalismo soy Yo.

Ghibellini subraya que lo más grave es el silencio de Vargas Llosa, quien sería el más indicado para desautorizar esta agresión al funcionamiento democrático, por ser la víctima del atropello del cual el Presidente se ufana, pero se ha abstenido de hacerlo, señalando que ya lo aclaró, hace veinte años, en El Pez en el Agua.

Lo destacó Álvarez Rodrich en estas páginas, citándolo como “columnista invitado”. No desespero de la lucidez del escritor y confío en que sabrá poner las cosas en su lugar, por encima de consideraciones de real politik.

Además, la beneficiaria directa de estos cálculos siniestros podría ser la hija de Fujimori. Keiko es tan o más antisistema –es decir antidemocrática– de lo que fue Humala en las pasadas elecciones, habida cuenta de los crímenes cometidos durante el Gobierno de su padre, que ella niega, lo cual, dada la abrumadora evidencia, equivale a reivindicarlos por lo bajo.

Adrianzén enfatiza el talante autoritario de ese y otros discursos, subrayando como López un proyecto ultraderechista inspirado en el fujimorismo, hoy más aliado que nunca. Villarán hace un estupendo recuento de por qué Alan tiene sobrados motivos para ser soberbio, pues la sociedad le ha permitido hacer y deshacer (“Qué culpa tiene el cuchillo de avanzar con facilidad, es la mantequilla la que hay que mirar”), pese al por muchos considerado uno de los peores regímenes de la Historia.

Todo concuerda.

La personalidad autoritaria es consistente con el narcisismo grandioso y maligno, la omnipotencia infantil y el comportamiento dictatorial, ya sea de “izquierda” (Castro o Chávez) o de “derecha” (Fujimori o García). Siempre y cuando se lo permitamos o avalemos con nuestra tácita anuencia, que en psicoanálisis se llama colusión.

Si ya los identificaron ahora pueden hacer un analisis de sus comentarios, articulos y aportes que hacen, desde todas las trincheras, para promover la inestabilidad del Peru.




No hay comentarios: