viernes, 27 de marzo de 2009

SE GANARON ALGUITO CON ALVARO..?

Cientos de miles de peruanos nos deleitamos con el estilo incisivo y mordaz del Chato Hildebrandt, quien tiene la mala costumbre de poner en blanco y negro las palomilladas de ciertos personajes peruanos que buscan pasar piola - para blanquear su facha- con cuanto acontecimiento se presenta.
Algunos se presentan todos ceremoniosos, perdona vidas, en ciertos casos lloran, en otros rien, se indignan y condenan ...es decir jamas les falta la cara o el rostro oportuno para cada momento, son excelentes actores, listos para la foto y las palabras medidas.
Uno de esos momentos fue la muerte del bueno de Alvaro Ugaz Otoya.
Nuestro baluarte con la pluma, el Chato se encarga de describir los detalles de lo acontecido durante el velorio del desaparecido periodista...


ALVARO UGAZ OTOYA

CESAR HILDEBRANDT

Regreso de Loreto y veo los periódicos de los últimos tres días.La muerte de Álvaro Ugaz aparece como la noticia más dramática.

Alguien que se va pronto siempre apena doblemente.En un blog se consigna el comentario miserable de alguien que solicita se le diga qué resultado arrojó el examen de alcoholemia de Ugaz. Blogmitivo.

El pedido sería legítimo si el periodista hubiese sido responsable de alguna muerte. Todos sabemos que sólo fue responsable de la suya.

Lo que también me parece el colmo es que el velatorio de Ugaz haya servido de pasarela exhibicionista de toda una cazuela hervida en sake durante la década de Saravá y los suyos.

Allí estuvieron:a) la autoridad eclesiástica que ama la muerte cuando ésta es impartida por las fuerzas del orden;b) el magnífico locutor que terminó leyendo los editoriales de la familia Crousillat en la fase terminal del fujimorismo;c) la señora que fue compañera de aventuras del señor Schultz cuando el señor Schultz, disfrazado de estropajo, acudía al SIN a vender su “canalazo”;d) la geisha de apellido japonés, que era una de las favoritas de Palacio cuando Palacio era una guarida de ladrones;e) el señor del día D, que quería decir “D cobranza” cada vez que presentaba a Blanca Nélida Colán para “limpiar” a Montesinos o cuando, en los extramuros de la infamia, presentó a un chofer de su suegro para que calumniara a Valentín Paniagua...Y varios etcéteras...Todos compungidos, todos encarnando el dolor de la profesión, todos contritos y respetables trepándose a la muerte de Ugaz.

Lo que no saben es que siguen dando náuseas. Y que la muerte de Ugaz no los hace más presentables ni los amnistía. Porque la muerte no mejora ni embellece a nadie, como se vio en el caso de Thorndike.

Huelgan los comentarios

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